La maravillosa historia del café por Baqué Café
Nos remontamos a los orígenes y hacemos un repaso por la apasionante historia del café. Desde el s. XIII hasta nuestros días.
El café es una bebida antiquísima, de hecho para contar la historia del café tenemos que remontarnos, ni más ni menos, al s.XIII.
Se trata de una historia con encanto que ha llegado hasta nuestros días con cierto halo de magia y misterio; de hecho tal vez podríamos hablar de leyenda en lugar de historia.
La historia del café, leyendas y enigmas
Si decimos que la historia del café es enigmática es precisamente porque sus orígenes no son del todo claros y sigue sin esclarecerse del todo.
Se cree que fue en Etiopía donde comenzó todo, pero no se ha hallado evidencia que indique en qué parte de África crecía o qué nativos lo habrían usado.
Las dos leyendas del café
Existen por el contrario varias leyendas sobre su descubrimiento. La primera nombra a un sufí llamado Ghothul Akbar Nooruddin, quien mientras viajaba por Etiopía observó cómo unas aves de vitalidad inusual probaban unas bayas. Decidió probarlas y a él le ocurrió lo mismo.
Una segunda leyenda, la más difundida y aceptada, habla del pastor llamado Kaldi. A este pastor le ocurrió como al sufí, observó cómo sus cabras probaban de los pequeños frutos rojos de un arbusto y cobraban vitalidad. Él también decidió probar las bayas y al comprobar su efecto llevó una muestra a los monjes de un monasterio.
Los monjes cocinaron aquello y al probarlo les pareció de tan mal sabor que tiraron lo restante al fuego. Descubriendo así el delicioso aroma del grano tostado, por lo que a uno de los monjes se le ocurrió la idea de preparar la bebida a base de granos tostados.
Uso doméstico del café
Parece que las tribus africanas también utilizaban el café desde la antigüedad para otro usos, como alimentar a los animales o dar vitalidad a los guerreros.
Se extendió así su cultivo a Yemen, desde donde se propagó al resto del mundo árabe. Se le llamó entonces qahwa (قهوة), que significa vigorizante.
Sin embargo, su uso doméstico parece que no llego hasta el siglo XV. La compleja preparación del café se cree que influyó en el descubrimiento tardío de las virtudes de las semillas del café.
Pero ya sabéis lo que dicen… “más vale tarde que nunca”.