Inversores extranjeros en Marbella
No quiero pecar de ingenuo ni de optimista compulsivo, pero en el último año he observado un moderado aumento del número de ciudadanos extranjeros que se interesan por comprar una vivienda en nuestra zona y que incluso se animan a establecer algún negocio. No cabe ninguna duda de que se está recuperando la confianza en Marbella y en los municipios de su entorno y en las buenas perspectivas de futuro que tienen. A veces deben venir de fuera para abrirnos los ojos y mostrarnos el magnífico producto que tenemos.
Y en efecto es así. El clima y la calidad de vida que hay en Marbella y en los municipios adyacentes hace que europeos, rusos y árabes, por poner ejemplos concretos, pongan sus ojos en nuestra Costa y decidan no solo comprar una vivienda sino trasladar su residencia a la Costa del Sol. Aquí encuentran seguridad, buenos colegios para sus hijos, posibilidad de hacer deportes al aire libre, una temperatura cálida todo el año y una oferta inmobiliaria, de ocio, cultural, deportiva y gastronómica de gran altura.
Hoy día lo que se conoce en el extranjero con el nombre genérico de Marbella (es decir Marbella y los municipios colindantes) ofrece numerosas urbanizaciones y complejos urbanísticos de ensueño. He tenido la oportunidad de conocer varias promociones inmobiliarias últimamente y no me podía imaginar que contáramos con unas viviendas tan avanzadas en alta tecnología domótica y tan lujosas. No creo que existan muchos sitios en el mundo que tengan al mismo tiempo una oferta tan amplia en todos los sentidos, y una situación tan estratégica como Marbella.
Por eso no me extraña que de nuevo los extranjeros de alto poder adquisitivo estén poniendo los ojos en nuestra zona. A título anecdótico, diré que un cliente suizo muy rico que vivía en una urbanización de Marbella decidió abandonar nuestra ciudad en tiempos del alcalde Jesús Gil porque construyeron frente a su casa un complejo de viviendas que no estaba previsto cuando la compró y le sentó muy mal. Pues bien, después de varios años recorriendo los mejores lugares de Europa para establecer su nueva residencia (Costa Azul, Cerdeña, islas griegas, etc.) ha vuelto a Marbella diciendo que esto es lo mejor de Europa, y de nuevo ha establecido su residencia en Marbella. Esto es muy significativo.
Por eso el Estado español debe favorecer al máximo la inversión extranjera, en lugar de crear obstáculos y dificultades. Hoy día cualquier inversor que desea establecer su residencia o un negocio en España se encuentra con tantos trámites, licencias y permisos de todo tipo que algunos desisten de invertir en nuestro país. Y si a esto sumamos los altos impuestos que hay que pagar en España y las trabas, a veces exageradas, de algunos bancos cada vez que un extranjero quiere abrir una cuenta o hacer una transferencia del exterior, nos encontramos con la paradoja de que algunos extranjeros se ven obligados a optar por otros países de nuestro entorno, en los que impera un pragmatismo y un sentido común que a veces falta en el nuestro, siempre “más papista que el Papa”.
Esperemos que nuestras autoridades se den cuenta de la enorme importancia que tienen la inversión extranjera y el turismo residencial, sobre todo en las zonas costeras, y creen las condiciones adecuadas para atraer a los inversores extranjeros, como hacen los países de nuestro entorno. Aunque yo me conformaría con que no crearan tantos obstáculos innecesarios.
Ricardo Bocanegra
Abogado y Gestor
www.bocanegra.com