Factores del éxito empresarial
Un Jefe, Dirigente, Directivo, como quiera que llamemos a quien ostente el mando, el poder, no está para entretener al pasajero, ni participa en un concurso de popularidad, ni tiene por qué ser amado. Pero un líder sí. Fernando Lázaro Carreter lo expresaba así en uno de sus famosos “dardos” de la palabra: “son los demás quienes ungen con ese título sublime y sajón”. Unir los dos conceptos, Dirigente y Líder, no es tarea sencilla. En absoluto. Un auténtico reto.
Prever o anticipar, que no adivinar, el futuro resulta complicado. Más en tiempos turbulentos y complejos. Aunque se puede percibir que hay algunos paradigmas que están cambiando y lo están haciendo a un ritmo vertiginoso. Los avances en neurociencia, las redes sociales e internet, la crisis económica, el mundo global, están provocando estos cambios. La irrupción de las emociones en el mundo del Marketing, que a decir por los expertos, va a marcar el mercado los próximos años; el modelo de relaciones entre personas, que está sufriendo una transformación de tal calibre que modificará radicalmente el “estatus quo” actual de las organizaciones, son algunos de los ejemplos de cambios de paradigma de los que desconocemos aún su configuración definitiva y consecuencias.
Si tenemos en cuenta que el éxito de cualquier proyecto, y las empresas lo son, depende en un 30% de procesos y un 70% de actitud, que las empresas no solo es que estén formadas por personas, sino que éstas son el Alma Mater, el principal valor añadido y diferencial de las mismas, se podrá deducir fácilmente que un cambio en la forma de relaciones dentro de una organización puede ser determinante para alcanzar esa anhelada perdurabilidad. Todo lo que hacemos con las personas tiene un impacto en nuestros resultados. Para bien o para mal. Que nuestros empleados o colaboradores cumplan con “su obligación” no es, y por supuesto no será, suficiente para garantizar la longevidad de nuestra empresa, de nuestro proyecto empresarial. Los retos presentes y futuros no se pueden afrontar en soledad. Enlazar Dirección y Liderazgo será crucial para consolidar nuestras perspectivas de futuro y alcanzar la posición que nos permita seguir ganando. Porque el Liderazgo es Relación. Con nosotros y con los demás, y porque no hay líder sin liderados.
Es en esta cuestión donde el Coaching puede aportar mucho. Hablar de Coaching es hacerlo de desarrollo, habilidades, aprendizaje, sostenibilidad, comunicación, personas y cambio. Esta es nuestra propuesta, aplicar en la Relación – así con mayúscula- la metodología del coaching. Una invitación a cuestionarse, explorar y descubrir nuevos recursos que nos facilite comprender de una forma más precisa las conversaciones que se dan en nuestra organización, gestionando mejor las relaciones entre las personas, transformando su complejidad en oportunidades, creatividad, innovación, y compromiso. Factores, todos ellos, transcendentales para el éxito empresarial.
Si deseas conocer los principios básicos de la metodología de coaching, aplicada a la Relación, os esperamos en el Módulo III «La Relación, clave para el futuro de tu proyecto empresarial», de las JORNADAS DE COACHING Y LIDERAZGO: “LIDERAR EN TIEMPOS COMPLEJOS” organizado por CIT Marbella.
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