La elección es un instinto
El universo se rige por las reglas de la evolución y la selección natural. La tendencia hacia lo óptimo para las necesidades o los medios de cada momento hacen que la propia naturaleza genere unos patrones de preferencia hacia lo aparentemente más conveniente y que emplean desde los minúsculos átomos hasta el propio universo pasando por todos los seres vivos.
En un mundo atomizado, los seres humanos se asocian a ciertos grupos de interés que se alinean con sus gustos, sus deseos o sus metas vitales.
Nadie conoce con seguridad los motivos de elección de cada persona ante una situación así que la estrategia de intentar imponer a las personas que prefieran una alternativa a otra se demuestra totalmente ineficaz.
Cuando los consumidores eligen adquirir algo lo realizan mediante un muy complejo método de combinación de utilidad, atractivo, prestaciones, seguridad, status, precio y aspecto. Es un sistema que el cerebro de cada persona procesa de forma diferente convirtiendo la adquisición en un mero instinto a veces inexplicable.
Las preferencias de los compradores no son modificables pues son instintivas así que es el sistema más eficiente de fidelizarlos es que “sientan” que desean lo se les ofrece.
David González Busch
Co-Fundador – Director Gerente de Alad3 Consultoría Estratégica
