¿La formación e-learning en habilidades es eficaz?
En estos momentos en que las decisiones económicas mandan sobre las decisiones estratégicas, la mayoría de empresas reducen sus presupuestos de formación y se centran en gestionar el corto plazo, los objetivos y la cuenta de resultados, evitando en la medida de lo posible que sus colaboradores salgan de sus puestos de trabajo para asistir a programas presenciales de formación.
La formación que imparten las empresas se centra sobre todo en programas técnicos, de procesos, de cumplimiento normativo, de productos, dejando para “más adelante” todo lo que tenga que ver con las actitudes y motivación de las personas, y su desarrollo de habilidades.
Actualmente en muchas empresas antes de decidir los planes de formación, deberían centrarse en la “transformación” de actitudes para que exista un cambio real de hábitos y de comportamientos en el puesto de trabajo.
¿De qué se componen las empresas? Principalmente de las personas que trabajan en ellas, que harán posible con sus actitudes y habilidades que todo lo demás funcione (cliente, producto, proveedores, valor para el accionista etc.).
Einstein decía que “si seguimos haciendo lo mismo, seguiremos obteniendo lo mismo” y no tenía razón porque las circunstancias han cambiado. Actualmente si seguimos haciendo lo mismo obtendremos muchísimo menos, y parece que hay empresarios que todavía no se han dado cuenta y siguen sin darle el valor que se merece a la formación y transformación de actitudes y habilidades. ¿Cómo puede llegar la formación en habilidades a las personas,
de forma rápida e impactante? ¿Cómo podemos dar una formación eficaz que redunde en la motivación y la eficiencia? Lo ideal es realizar un programa íntegramente presencial y a la medida de cada Compañía, pero, esto implica coste efectivo (consultores, viajes, hoteles, desplazamientos, dietas) y coste de oportunidad (tiempo y permanencia fuera del puesto de trabajo).
Ante esta situación ¿que hacer?. Planteo la siguiente METODOLOGÍA: Cada participante realizará previamente un módulo de formación en formato e.visión learning, es decir, soportado en webcast, en el que aparecen las dispositivas que se pueden imprimir o archivar, juntamente con un pdf que amplíe los conceptos técnicos. El consultor imparte de forma visual la parte técnica del programa, exponiendo contenidos y ejemplos.
A continuación el participante evalúa la adquisición de conocimientos a través de la resolución de un cuestionario y de un caso práctico.
Seguidamente el participante asistirá de forma presencial a un aula en el que se realizarán actividades en formato taller a través de escenarios reales de la empresa. La duración de este taller no debería ser superior a una jornada de un máximo de 8 horas. Posteriormente se creará una comunidad virtual (social learnirning) en grupos reducidos (máximo 15 personas) en los que se expondrán casos prácticos reales de la empresa, generándose un debate y
un intercambio de opiniones, retroalimentándose y aportando valor entre todos, con el apoyo y supervisión del tutor. El objetivo de esta tercera fase es que lo aprendido se aplique en el puesto de trabajo y repercuta en los hábitos y comportamientos de los participantes.
Solo de éste modo la formación e.learning en habilidades puede ser eficaz, porque repercute directamente en el día a día del participante, tiene menores costes, y se puede seguir el desarrollo de cada uno de ellos, dándoles apoyo y refuerzo personalizado de forma directa.
Jaime Tomás
