A pesar de los escasos 3 meses en los que estuvieron abiertos los hoteles de la cadena, debido a los cierres impuestos por las autoridades para controlar la evolución de la pandemia, el grupo andaluz mantuvo su acción social, su apoyo a la formación de sus empleados y la realización de actividades de resto al medioambiente.
A 4 de octubre de 2021. A punto de finalizar la temporada de verano de 2021,
Fuerte Group Hotels acaba de publicar su
Memoria de Responsabilidad Social Corporativa 2020, un año que, según su presidenta,
Isabel García Bardón,
"fue el más complicado de toda la historia del grupo", fundado en Marbella en
1957.
A pesar de los escasos
3 meses en los que los hoteles del grupo permanecieron
abiertos, debido a los
cierres obligatorios para hacer frente a la COVID-19 que generaron unas
pérdidas históricas al reducirse los
ingresos un
76% respecto a los de
2019; la compañía andaluza ha querido presentar este informe para mostrar que esos meses de aparente inactividad fueron, en realidad, una época de gran
creatividad; de
innovación; de impulso a la
digitalización del negocio; de
ayudas a los empleados, que por su parte también hicieron muchos sacrificios al tenerse que acoger a
ERTE y, en muchos casos, ver
reducidas sus
jornadas; de grandes esfuerzos de la
empresa para mantener la
liquidez y poder hacer frente a los
gastos fijos, que en el caso de los hoteles, aún cerrados, suponen más de
40.000 euros al mes; de
empatía con los
clientes a los que sólo era posible ver a través de las redes sociales; y de gran
apoyo a los
colectivos más vulnerables, a los que la pandemia puso en situaciones aún más límite.
Así, las
51 páginas del informe repasa los
proyectos sociales en los que Fuerte Group Hotels invirtió
115.913,60 euros a lo largo de todo 2020; elogia la
rapidez con la que el
sector turístico, y la
cadena, dieron respuesta para
adaptar sus instalaciones y servicios a la
COVID-19, creando unos
protocolos y unas
medidas que, en el caso de la compañía andaluza, lograron preservar la
seguridad de sus clientes; y menciona los
objetivos de sostenibilidad que, a pesar de la paralización que la pandemia produjo en muchos de ellos, pudieron ser
alcanzados.
También destaca el
aumento del
número de seguidores conseguidos en los distintos perfiles de
redes sociales, gracias a las iniciativas llevadas a cabo para interactuar al máximo con la
comunidad digital del grupo durante el
confinamiento; y la implantación de
nuevas tecnologías, que han permitido avanzar, en tiempo récord, en la
digitalización de los hoteles, especialmente en aspectos como el
check in y en los
métodos de pago, entre otros muchos temas.
La memoria concluye con una
visión optimista, en la que confía que el
sector turístico aproveche la situación de la que parece que ya está saliendo, para lograr
posicionar al turismo como una
industria moderna, profesional, capaz de
liderar nuevamente la creación de
riqueza y empleo en nuestro país, y de contribuir a la
marca España por sus propios atributos de
calidad, innovación y gran generador de
experiencias únicas, e inolvidables.
Acerca de Fuerte Group Hotels:
Fuerte Group Hotels es la pisión hotelera del Grupo El Fuerte, un grupo empresarial familiar andaluz fundado en 1957 por José Luque Manzano. Tras la apertura ese año del hotel Fuerte Marbella, que fue el primer establecimiento hotelero en el centro de Marbella y el primer hotel de la marca Fuerte Hoteles, la compañía prosiguió su expansión hasta alcanzar su portfolio actual integrado por 6 hoteles vacacionales de 4 estrellas y 1 complejo de apartamentos en régimen de alquiler, todos ellos ubicados en Andalucía (en Málaga, Cádiz y Huelva) e Ibiza.
En 2016 lanzó una nueva marca hotelera, Amàre, enfocada al público adulto, cuyo primer establecimiento fue el reformado Fuerte Miramar, que pasó a denominarse Amàre Beach Hotel Marbella; y en 2018 implantó la marca Olée Holiday Rentals by Fuerte Group, destinada a los apartamentos operados por el grupo. Grupo el Fuerte, que además cuenta con el grupo de empresa We Company y la Fundación Fuerte, es conocido por su estrategia de desarrollo sostenible, que incorpora sistemas de gestión que garantizan un impacto mínimo sobre el medio ambiente; fomenta la culta y la economía local; y pone el punto de mira en el bienestar de los empleados, la satisfacción de los clientes, así como el desarrollo de los colectivos desfavorecidos.